La medicina integrativa combina lo mejor de la medicina convencional con terapias complementarias basadas en evidencia. No trata solo los síntomas, sino la causa raíz del problema, logrando una recuperación más profunda y duradera.

La PNIE estudia cómo tus emociones, tu sistema nervioso, tus hormonas y tu inmunidad se influyen mutuamente. Cuando uno de estos ejes se desequilibra (por estrés, inflamación, malos hábitos…), todo tu cuerpo lo siente. Al regularlos, recuperas el equilibrio y disminuyen los síntomas.

Utilizo estrategias de nutrición funcional, suplementación específica, regulación hormonal, herramientas de gestión del estrés y hábitos de estilo de vida. Cada plan se diseña de forma personalizada, en función de tus necesidades y objetivos.

Cada cuerpo responde de forma distinta, pero muchas de mis pacientes comienzan a sentir mejoras en sueño, energía y bienestar digestivo en pocas semanas. Lo importante es que este no es un tratamiento temporal, sino un camino hacia un equilibrio que se mantiene.